Castillo de Vimianzo |
Situado en la localidad de Vimianzo, La Coruña, es uno de los
castillos mejor conservados de Galicia. Durante su historia ha sido sometido a
numerosas modificaciones y reformas, hecho por el cual sus características
arquitectónicas hacen difícil precisar su fecha de construcción, aunque diversos
documentos parecen datarlo entre finales del siglo XII y principios del XIII.
Vista aérea |
También conocido como Torres de Martelo, fue mandado
construir por los Mariño de Lobeira, familia gallega cuyo linaje fue muy
importante entre la nobleza local de la época. De su construcción original
apenas quedan restos. En la década de los ochenta, unos estudios
arquitectónicos revelaron ciertos vestigios de esta construcción primitiva,
pudiéndose apreciar los cimientos de una gran torre y un horno de pan en lo que
hoy es el patio de armas.
Construcción Primiva |
Quizá por su situación cercana a la costa, lo que le hacía un
sitio estratégico para el control de las rutas comerciales del Atlántico y el
mercado del pescado y la sal, el castillo ha sido testigo durante su historia de
toda clase de enfrentamientos y revueltas entre la iglesia, la nobleza, los
señores de la zona y el campesinado, de ahí que su propiedad haya cambiado de
manos varias veces durante todo este tiempo.
En 1348 el rey Alfonso XI confiscó, por desobediencia y
traición a la corona, los bienes, entre ellos el castillo de Vimianzo, de Roi Soga Mariño de Lobeira, quien fue
ajusticiado y degollado en Noia. Estos bienes fueron vendidos al arzobispo de Santiago de Compostela Juan
García de Manrique, pasando después a ser propiedad de Fadrique Enríquez de
Castro, conde de Trastamara y Duque de Arjona, quien los cedió como pago por
derechos de dote, llegando tras varias generaciones a la familia de los
Moscoso, quien más tarde fundaría, en la persona de Lope Sánchez de Ulloa y
Moscoso, el condado de Altamira, título considerado Grande de España.
Durante la titularidad de los Moscoso, antes de pertenecer
estos al condado de Altamira, el castillo de Vimianzo tuvo un papel importante dentro de la historia
gallega. En él estuvo cautivo Diego de Muros, obispo de Tuy, a manos de Pedro
Álvarez de Sotomayor, conocido como Pedro Madruga, a causa de sus discrepancias
sobre la influencia portuguesa en Galicia. Se dice que el obispo tuvo que pagar
un rescate de setecientos mil reales de la época por su libertad.
En 1465, bajo la propiedad de Bernal Yáñez de Moscoso, el
castillo sirvió de prisión durante dos años para el arzobispo de Santiago de
Compostela, Alonso de Fonseca y Acevedo, al apoyar éste a su pariente Rodrigo
Maldonado de Talavera en las disputas que se traía con Yáñez de Moscoso por
asuntos entre Castilla y Galicia. Según cuenta la leyenda, durante esos dos
años, el arzobispo estuvo encerrado en una jaula de oro. Durante ese tiempo su
familia intentó pagar un rescate con dinero y bienes de la catedral de
Santiago, lo que provocó mucho revuelo social causado por la propia familia
Moscoso. El problema se solucionó con un destierro del arzobispo por un periodo
de diez años. Para cumplir con la condena sin perder la familia Fonseca el
arzobispado de Santiago, decidieron hacer un intercambio de Sedes con su tío
Alonso de Fonseca y Ulloa, arzobispo de Sevilla, ocupando cada uno el sitio del
otro. Tras cinco años su tío quiso volver a ocupar su puesto en Sevilla, a lo
que el sobrino se negó por no haberse cumplido los diez años de destierro y no
poder volver a su puesto en Santiago, recuperando el tío la posición por la
fuerza. Alonso de Fonseca sobrino volvió a la catedral compostelana, a pesar
del destierro y de la negativa social, forjándose popularmente el dicho de
“quien se fue a Sevilla, perdió su silla”.
En 1467 tuvo lugar lo que se conoció como la Guerra Irmandiña,
considerada como la mayor revuelta europea del siglo XV. Fue un movimiento
social, que se dio en Galicia a causa del hambre, epidemias, opresión, abusos y
demás problemas sociales a los que el pueblo se veía sometido por los señores
feudales. Esta situación provocó un levantamiento popular contra la nobleza,
incluido el asalto de sus fortalezas, provocando la huida de los nobles gallegos
hacia Castilla y Portugal y la destrucción de sus propiedades, incluido el
Castillo de Vimianzo.
La revuelta duró menos de dos años, gracias en parte a la reorganización
de la nobleza y mayormente al apoyo de la corona de Castilla y Portugal, que,
con la aportación de dinero y soldados profesionales, lograron aplastar
rápidamente el movimiento.
En 1469, con la caída de los Irmandiños será Álvaro de Fonseca, de nuevo arzobispo de Santiago,
quien se apodere del castillo de Vimianzo, mandando su reconstrucción, pasando
de nuevo la titularidad del castillo a manos de la iglesia.
En 1472 el castillo vuelve a la propiedad de la familia Moscoso, al
recuperarlo por la fuerza de las armas, Lope Sánchez de Moscoso, primer conde
de Altamira.
A finales del siglo XV los condes de Altamira, al igual que gran parte
de la nobleza gallega, se trasladan a la corte de Castilla para estar más cerca
de los reyes, quedando el castillo en manos de los denominados alcaides o
meriños, contratados por los condes y que administraban sus propiedades,
encargándose de hacerles llegar las rentas.
En 1833 se suprimen las jurisdicciones señoriales, dejando los condes de
Altamira de recibir beneficios por el castillo, el cual será vendido en 1870 a
Ramón Martelo Núñez, cuyo hijo, el poeta Evaristo Martelo Paumán, fue el sexto
marqués de Almeiras por matrimonio.
El castillo, tras ser expropiado por el Gobierno de la República y
devuelto por el régimen franquista a su heredera Dolores Martelo de la Maza, soltera
y sin descendencia, fue cedido por ésta, ironías del destino, de nuevo al
arzobispado de Santiago , quien en 1973 lo vendió a la Diputación Provincial de
la Coruña.
Detalle del interior del castillo |
En
cuanto a su construcción, el edificio presenta planta de polígono irregular,
adaptada al terreno, con cuatro poderosas torres rectangulares, tres defensivas
y la Torre del Homenaje, a lo largo de una muralla que rodea el patio de armas.
Torre del Homenaje |
Esta muralla originalmente estaba en su totalidad coronada con almenas voladizas finalizadas en punta de diamante, aunque en la actualidad sólo se conservan las de la Torre del Homenaje y las de una pequeña parte de la muralla.
En su exterior podemos ver un profundo foso defensivo bordeando
el perímetro de la fortaleza.
Llegando
al portalón de entrada, a través de un puente de piedra sobre el foso,
accedemos al patio de armas, desde donde podemos subir a las torres a través de
una escaleras adosadas a los muros y pasear por el camino de ronda, observando las
vistas de la zona.
Portalón de entrada |
Escaleras junto al muro |
Camino de ronda |
El patio de armas también nos da acceso a visitar, entre
otras, diversas salas que servían para albergar a la guardia y al servicio del
castillo, la cocina, donde se conserva la lareira, el horno o la pila para el
agua, todo de piedra y los diversos detalles del castillo.
Patio de Armas |
Cocina |
También es importante fijarse en los diversos escudos de armas tallados en la piedra que ornamentan las paredes de la fortaleza. Entre ellos podemos distinguir varios de los linajes que ocuparon el castillo, como los Moscoso, en el portalón de entrada, con su escudo con una cabeza de lobo orientada a la derecha con surcos de sangre, los Castro con relleno de roeles o los Lara representados por calderos, estos dos últimos ya de la época de la familia Martelo.
Blasón de la familia Castro |
Actualmente, en el interior del castillo se encuentra
instalado, desde 1991 el Museo del Encaje, así como el centro de interpretación
de la Costa de la Muerte y se puede observar durante todo el año una exposición
de artesanía en vivo, con trabajos, entre otros, de encaje, cestería, lino,
cerámica, cantería, madera... realizados en el momento por distintos artistas
de la zona.
Exposición de encaje |
Encaje de bolillos |
Trabajando el lino |
Un castillo con muchas historia y con una visita gratuita muy interesante que no puedes dejar pasar si viajas por
la zona.
Podéis ver más imágenes en: Fotos del Castillo de Vimianzo
Información actualizada del Castillo de Vimianzo: Oficina de turismo de Vimianzo
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